29/1/07

Ranking de competitividad

El boletín de calificaciones que entrega el Foro Económico Mundial ubica a la Argentina en el puesto 69 entre 125 países; esto da lugar a comparaciones que duelen y asombran.
El país tiene instituciones tan eficientes como las de Nigeria, Nepal y Burundi, infraestructura tan desarrollada como la de Jamaica, Bolivia y Paquistán, y tanta sofisticación en materia de negocios como en Ucrania y en Colombia; la educación, similar a la de Italia, sube el promedio.
Revisar los indicadores de competitividad de la Argentina decepciona tanto como mirar el boletín repleto de aplazos de un alumno talentoso. "La Argentina es un país con un enorme potencial, generosamente dotado de recursos humanos y naturales", dice el Foro Económico Mundial en su reporte anual 2006-2007 sobre competitividad global. Hasta allí llega la elogiosa nota de concepto, y a continuación se exhiben los tristes números. Entre los 125 países evaluados por el Foro, la Argentina se ubica en el puesto 69 mientras que el año pasado ocupaba el lugar 54. La medición, que recoge testimonios de hombres de negocios con poder de decisión en cada uno de los países, considera nueve pilares: instituciones, infraestructura, macroeconomía, salud y educación primaria, educación superior y capacitación, eficiencia del mercado, preparación tecnológica, sofisticación de los negocios e innovación. Los ítems de salud y educación primaria y de educación superior y capacitación fueron los únicos que depararon algunas alegrías a la Argentina. Sólo dos rubros entre los nueve relevados. El país más competitivo del mundo es Suiza (el año pasado estuvo cuarto), lo sigue Finlandia (que repite esta posición), Suecia quedó tercero (era séptimo), Dinamarca cuarto (fue tercero), Singapur es quinto igual que el año anterior y Estados Unidos retrocedió al sexto lugar, tras haber liderado el ranking el año pasado. Japón es séptimo este año (fue décimo), Alemania quedó octavo (era sexto), Holanda es noveno (fue once) y el Reino Unido quedó décimo, cayendo un lugar respecto del ranking anterior. El índice de competitividad da una visión integral de factores que son críticos para la productividad y al competitividad de los países. Según explicó Augusto López-Claros, director del programa global de competitividad del Foro, "la presencia de estabilidad macroeconómica no es suficiente para aumentar la productividad; también es importante el entorno institucional dentro del cual actúan los actores económicos, incluyendo la protección de los derechos de propiedad, la calidad del sistema judicial, la ecuanimidad del proceso político y el freno a la corrupción". En el rubro de las instituciones, la Argentina recibe las peores calificaciones, ubicándose en el puesto 112, obteniendo un promedio de 3 puntos en un grupo donde la nota más alta posible es un 7 (ver aparte). El país comparte la pobre calificación con República Dominicana, Nigeria, Nepal, Burundi, Camboya y Filipinas, entre otros. Antes de abundar en detalles sobre otros indicadores que socavan el ánimo del más optimista, conviene dar una mirada al pequeño oasis de las buenas noticias. En el pilar que contempla la salud y la educación primaria, la Argentina obtiene muy buenas notas, ubicándose en promedio en el puesto 23. Lo logra gracias a los altos índices de inscripción en la escuela primaria, que ubican al país en el mismo escalón que Italia, Portugal, Bélgica, Holanda y el Reino Unido, en un grupo liderado por Japón. Y también contribuye la expectativa de vida de los recién nacidos, que en el país es similar a la de Polonia, Taiwan y Uruguay. La educación superior y la capacitación (en el puesto 39) también mejoran el promedio general de la Argentina, ubicando al país junto con Austria, Islandia, Italia, Reino Unido e Irlanda. Los mejores registros los alcanza en materia de inscripción secundaria y terciaria, calidad de gestión de las escuelas y disponibilidad de servicios de capacitación e investigación dentro del país. Volviendo a las malas noticias, la infraestructura baja el promedio general de la Argentina. Este rubro es per cibido por los ejecutivos como de mala calidad, con bajo desarrollo de infraestructura en los trenes, insuficiente calidad de los puertos y aeropuertos y pobre desempeño y despliegue de las redes de electricidad y telefónicas. Aquí, el país se ubica en el puesto 72, en las inmediaciones de India, Armenia, Jamaica, Paquistán, Bolivia, Botswana y Tanzania. Los números de la macroeconomía dan impulso al país hasta ubicarlo en el puesto número 51. Para ello se consideran como positivos la tasa nacional de ahorro, el tipo de cambio real y las tasas de interés (con números similares a los de China, Singapur y los Emiratos Arabes). Pero se obtienen muy malos desempeños al medir la inflación, la deuda pública y el balance de las cuentas públicas. La evaluación de la eficiencia de los mercados en la Argentina no ayuda a mejorar la nota global. El país está en el puesto 94, muy cerca de Bolivia, Camerún, Serbia y Montenegro, Guatemala, Uganda y Botswana. Burocracia argentina Un dato significativo es el que da cuenta de los procedimientos necesarios para comenzar un negocio. Lo ideal es que haya pocos trámites que se puedan completar en un corto lapso, tal como sucede en Australia, que lidera el ranking considerando que allí hacen falta dos días para iniciar las operaciones de un nuevo negocio. Lo siguen Canadá, donde insume 3 días, y luego se ubican Dinamarca, Islandia y Estados Unidos, donde se requieren 5 días para ponerlo en marcha. ¿Y en la Argentina? Bien, gracias. Aquí hacen falta 32 días, la misma cantidad que en Bulgaria y Etiopía. Un pequeño y frívolo consuelo proviene de observar que Brasil queda relegado al puesto 115: allí demanda 152 días poner en marcha un negocio. Dentro de los parámetros de eficiencia de los mercados, se valora negativamente la prevalencia de las barreras comerciales argentinas, ítem que ubica al país al fondo de la tabla, junto con las prácticas de contratación y despido de empleados, consideradas poco flexibles en la Argentina, al igual que en Sudáfrica, Surinam, Bélgica y Alemania. La adaptabilidad no parece contarse entre las virtudes argentinas, al menos en el mercado laboral. En el ranking miden muy mal la flexibilización en la determinación del salario y la cooperación en las relaciones entre empleados y empleadores. El estudio del mercado laboral aporta, además, una perla que queda en manos de los ejecutivos locales. En materia de confiabilidad del management, la Argentina se ubica en el puesto 37, dato que prueba que las gerencias en las empresas locales están en manos de ejecutivos profesionales, elegidos por sus buenas calificaciones. En este ítem supera a Brasil, Portugal, México, Grecia e Italia, por ejemplo. En la Argentina no hay relación entre la productividad laboral y el salario, el país está al fondo de la tabla y muy por debajo de la media, en el puesto 104. Los empleados más productivos tienen su paraíso en Hong Kong, Taiwan, Suiza, Indonesia y Malasia. El país latinoamericano mejor ubicado es Chile, en el puesto 16. El techo de mármol Ninguna mujer puede decir que la Argentina es una tierra de oportunidades. El país está entre los cinco peores del mundo para mujeres buscando igualdad para acceder a posiciones de liderazgo. Ocupa el puesto 121, seguida por México, Francia, Italia y España. Los mejores ambientes para que las mujeres talentosas lleguen a la cima son provistos por Zambia, Hong Kong, Singapur, Malasia, Túnez, Tailandia, Indonesia y Uganda. Estados Unidos ocupa el puesto 29 y el país latinoamericano mejor ubicado es Venezuela, en el puesto 59. La sofisticación de los negocios es una característica de los países que tienen crecimiento económico sustentable. Para medirla, se hacen preguntas tales como: ¿cuán fácil resulta obtener un crédito bancario en su país, sólo contando con un buen plan de negocios y sin ningún tipo de garantías? En Dinamarca, Islandia, el Reino Unido, Suecia y Noruega es facilísimo. En la Argentina es casi imposible. En materia de solidez de los bancos, la Argentina se lleva la peor nota de todo el boletín. Allí ocupa el penúltimo lugar, el puesto 124 entre 125 países (el último es Tajikistán). En opinión de los encuestados, los bancos argentinos requieren de asistencia del Gobierno. Los bancos más saludables y fuertes son los del Reino Unido, Suiza, Dinamarca, Irlanda, Canadá, Luxemburgo y Suecia. El acceso local a los mercados de capitales para las empresas es otro problema para la economía argentina, que ocupa el puesto 81, ubicándose en el tercio inferior del ranking junto con Kazakhstán, Guyana, Serbia y Montenegro, Uganda y Burkina Faso. Los países en los que resulta sencillo para una compañía reunir dinero emitiendo acciones u obligaciones en la Bolsa son India, Suecia, Hong Kong, Japón, Nueva Zelanda, Noruega y Taiwan. Chile y Brasil, mejor conceptuados, están dentro del primer tercio de la lista. Y, como último dato para la depresión, la economía en negro no contribuye a mejorar la nota a la Argentina. Mientras que en Singapur, Suiza, Islandia, Finlancia, Luxemburgo, Nueva Zelanda y Noruega son los paraísos de la formalidad, la Argentina se ubica en el puesto 90, seguida por Brasil en la posición 91, ambas con altos niveles de economía no registrada, similares a los de Etiopía, Bangladesh, Burundi y Ecuador. La edición del índice de competitividad 2007 se pone en marcha en estos días, motorizada en la Argentina por el IAE, encargado local de recolectar y procesar la información. Un centenar de ejecutivos argentinos recibirá el cuestionario y dará su veredicto. ¿Nos iremos a marzo otra vez?
Fuente La Nación 29/01/07

11/1/07

La Argentina, en busca de mercados no tradicionales


Cancillería ya cuenta con su plan que definirá el perfil del comercio exterior argentino durante este año. El sur de África, lugares exóticos de Asia y los países árabes serán las grandes apuestas para potenciar el vínculo internacional de las Pyme locales
En 2006 la Argentina contó, por primera vez, con un plan estratégico integral para el comercio exterior. Finalizó con la reciente misión multisectorial a China, una de las siete giras de alto nivel que exploró mercados como México, Australia, Rusia, Ucrania y Alemania, entre otros destinos, y que contó, en la mayoría de las oportunidades, con la presencia del canciller Jorge Taiana.
A estas misiones se sumaron otras 200 actividades, entre las que figuraron 18 misiones sectoriales, que tuvieron como objetivo final perforar el techo de los u$s50.000 millones en exportaciones para cuando finalice el año.
En este contexto, Cancillería ya diagramó su Plan Estratégico 2007, que definirá el futuro del comercio exterior argentino en el corto plazo y que posibilitará a las Pyme profundizar sus planes de internacionalización.
Desde la Subsecretaría de Comercio Internacional (SURCI) explicaron a infobaeprofesional.com los principales lineamientos y objetivos que perseguirán a partir del año próximo. Y la primera impresión que brinda analizar la hoja de ruta diagramada por Cancillería es que se trata de un objetivo ambicioso.
Así como este año la estrategia consistió en explorar las grandes y más dinámicas economías mundiales, como China e India, ahora se apuntará a un desafío mayor, ya que se intentará acercar a las pequeñas y medianas empresas a los llamados “mercados exóticos” o no tradicionales, destinos complejos que, más allá de algún peso relativo de los commodities tradicionales, prácticamente se mantienen vírgenes para los empresarios locales.
Así, el plan apuntará a tres grandes bloques: por un lado, los mercados de segunda línea de Asia Pacífico, países que ostentan altos niveles de importaciones en las cuales la participación argentina es notablemente baja, tales como Indonesia, Tailandia y Malasia.
A estos mercados, se sumará África, un destino clave para la colocación de agroalimentos donde el potencial aún no fue explorado en toda su magnitud.
Y, por último, luego de una interesante experiencia en el Líbano, en la Feria Internacional de Trípoli, la Argentina iría por algunos de los mercados Árabes menos difundidos: Libia, Siria y Pakistán y por Kazajstán, una ex comunidad soviética musulmana. Todos ellos son destinos marginales para el comercio exterior argentino.
“Se trata de mercados donde hay un potencial enorme y donde hay muchísimo por hacer para las empresas argentinas. Por eso, parte de nuestra estrategia pasará por allí”, adelantó Gustavo Martino, director de Promoción de Exportaciones de la SURCI, que agregó que "el objetivo es que, a partir de febrero, haya una misión comercial multisectorial de alto nivel por mes", ya que además de los anteriores, se incluirán destinos más clásicos como Portugal, España, Japón, Corea, Guatemala, Costa Rica, Perú y Colombia.
SudáfricaPara Cancillería, 2007 comenzará en febrero, y la primera misión multisectorial tendrá como destino a Sudáfrica. La elección de ese país como punto de partida no es arbitraria. Por el contrario, este país será la próxima sede, en 2010, del Campeonato Mundial de fútbol, un negocio que en su última edición le generó ingresos a la economía alemana por más de u$s2.500 millones.
"Sudáfrica es un mercado mucho más conocido que otros que planeamos explorar, pero sigue siendo no tradicional para la gran mayoría de las Pyme exportadoras", explicó el funcionario, que agregó que "la cercanía del mundial es una buena razón para diversificar más aún las exportaciones a aquel destino".
A la hora de analizar la relación comercial con Sudáfrica, se observa que, por un lado, hay una baja participación de los productos nacionales: de los más de u$s62.000 millones anuales en importaciones sudafricanas, apenas el 0,7% tiene origen local.
Por otra parte, hay una evidente concentración en productos primarios: el 50% de las exportaciones argentinas a ese destino están conformadas por cereales, aceites y desperdicios de la industria alimentaria.
Según información brindada en exclusiva por la Subsecretaría de Comercio Internacional, los sectores a los que se van a apuntar con la misión multisectorial son: GNC y artefactos domésticos vinculados con el gas, toda la industria de servicios mineros, maquinaria agrícola, productos farmacéuticos, cueros, textiles, calzados y otros negocios menos explorados como los relacionados a técnicas de modificación genética aplicada al sector agropecuario.
Desde fines de la década pasada, Sudáfrica fue testigo de fuertes cambios en su perfil productivo. Así, de una fuerte concentración histórica en minería y agricultura se pasó a un esquema en el cual la industria y los servicios financieros explican más de la mitad del PBI.
"Por eso, de la mano del mundial también vamos a fomentar las telecomunicaciones y la infraestructura argentina", sostuvo Martino, que agregó que una de las puntas de lanza será también la industria automotriz y autopartista, "dado que Sudáfrica es un polo productivo muy importante a nivel mundial".
AngolaEn este mismo viaje se incluirá en la agenda a Angola, ya que, además de la cercanía geográfica con Sudáfrica, abre nuevas oportunidades de negocios por la reciente inauguración en la Argentina de una cámara de comercio binacional.
"Aunque no se crea, Angola es un mercado muy competitivo y está creciendo muchísimo. Además, hemos profundizado una muy buena relación el último año, por lo cual, el ambiente para hacer negocios es cada vez más favorable", explicó Martino.
El país africano, cuyo 50% del PBI y 90% de las exportaciones están vinculadas a la explotación petrolífera, tiene hoy por hoy en Brasil a su principal proveedor en Sudamérica, debido a los históricos lazos que une, a ambas naciones, con Portugal.
De este modo, si bien las nuevas oportunidades, tal como fueron establecidas por la SURCI, están en rubros como comunicación, alimentos y maquinaria, también hay margen para potenciar aquellos rubros en los que la Argentina es competitiva pero pierde terreno frente a su principal socio del Mercosur. Mientras que Brasil se encamina a exportarle alrededor de u$s700 millones este año, la Argentina le exportará poco más de u$s100 millones.
Así, tomando en cuenta el período enero-agosto de 2006, se puede observar que Angola importó carne brasileña por u$s34 millones y apenas u$s2,5 millones de origen argentino.
Lo mismo sucede en otro sector donde la competitividad local hace posible expandir el negocio, como el caso de los lácteos, rubro en el cual Brasil le exportó por u$s14 millones y la Argentina poco más de u$s3 millones. O el sector de productos de la molinería (malta, féculas, gluten, entre otros), donde la diferencia es más notoria: envíos brasileños por u$s64 millones contra exportaciones locales por apenas u$s2 millones.
AsiaDecir Asia para el comercio exterior argentino es decir casi exclusivamente China y Japón. De este modo, tres países en pleno auge como Tailandia, Malasia e Indonesia parecen hoy no formar parte de este exclusivo club para los exportadores argentinos.
"Estos países están creciendo muchísimo, tienen un desarrollo alto y hay una demanda sofisticada. Lo cierto es que estamos exportando poco y, por los trabajos de inteligencia, vemos que en muchos de los productos que importan nosotros tenemos potencial para proveerlos", explicó GustavoMartino.
En tanto, Gustavo Girado, director ejecutivo de la consultora Asia & Argentina, coincidió con Martino y afirmó que "los países de segunda línea del Asia Pacífico son un target espectacular y casi virgen para las Pyme argentinas".
Para ello, basta cotejar los siguientes números: durante el año pasado, Tailandia importó productos, según el Centro de Estudios Internacionales, por un valor total de u$s182.000 millones, cinco veces más que lo que importa la Argentina.
Sin embargo, ¿con cuánto participó el país? Con apenas u$s12,7 millones. Además, el 80% estuvo concentrado en sólo tres rubros: alimentos para animales, semillas y oleaginosas.
¿Dónde están las oportunidades para las Pyme argentinas? Alrededor del 15% de las importaciones de Tailandia son bienes de capital y la Argentina, aunque de manera ínfima, ya realizó envíos, durante el año pasado de calderas, máquinas y artefactos mecánicos por un valor levemente superior al millón de dólares, convirtiéndose en el séptimo rubro más exportado hacia ese país.
¿Las principales trabas? Casi 70% de las importaciones tailandesas se realizan desde China y desde la Asociación de Libre Comercio de la ASEAN, que reúne a diez países de la región, donde hay arancel aduanero cero, aunque ciertos sectores se encuentran protegidos por regímenes especiales. Sin embargo, EEUU y la UE son importantes proveedores, fuertes en tecnología pero menos competitivos en el factor precio.
Por otra parte, para Gustavo Girado, "en Tailandia no hay lugar para los alimentos elaborados básicos, ya que son grandes productores y exportadores. Donde hay un nicho muy interesante con fuerte crecimiento es en los alimentos de alta gama o gourmet, donde habrá que apuntar a hoteles y restaurantes".
En otro orden, en ese país el Consejo de Desarrollo Económico desarrolló un plan de competitividad en 17 provincias para el sector software con la finalidad de erigirse en un hub tecnológico.
En este sentido, uno de los objetivos de Cancillería es justamente posicionar el software argentino en Asia a través de la concreción de alianzas y joint ventures con empresas locales, una exploración que ya comenzó a fondo en el mercado chino.
El caso de Malasia es otro ejemplo de cómo una prometedora oportunidad comercial queda supeditada a la lejanía, las diferencias culturales y la necesidad de invertir para ganar mercado.
Según un informe elaborado por la embajada de ese país, "comerciar con Malasia es sencillo ya que toda la estructura local existente facilita diversas transacciones sin sobresaltos. Reina la libre empresa y el gobierno alienta el intercambio internacional de bienes y servicios diversos".
También agrega que "se abolieron o redujeron los derechos de importación en casi 5.000 artículos y hoy más de 60% deluniverso de productos está sujeto a arancel cero".
Sin embargo, el intercambio comercial es bajo: de los más de 114.000 millones que importó Malasia, la Argentinaparticipó sólo con el 0,36%. A esto se suma la fuerte concentración, del orden del 97%, en productos exportados básicamente por las grandes empresas: cereales, mezclas para la elaboración de alimentos para animales y grasas y aceites.
El caso de Indonesia es sumamente similar, con importaciones por 70.000 millones, la Argentina ostentó el 0,5% de los envíos, concentrados en tres rubros básicos.
Para Girado, "en estos casos hay un mercado interesante en los agroalimentos para las Pyme argentinas, pero hay que tener en cuenta que deben cumplir con el rito Halal, sobre todo en Indonesia, el país con mayor población musulmana del mundo".
Al respecto, según Martino, "la Argentina tiene una interesante oportunidad para exportar maquinaria destinada al procesamiento de alimentos, donde las empresas locales son muy competitivas".
ArabiaSi bien el plan contempla visitar dos mercados fundamentales, amparados por su actividad petrolera, tales como Arabia Saudita y Emiratos Árabes, el objetivo es que el efecto cascada en el mundo árabe también llegue a países donde la inserción de las exportaciones argentinas es prácticamente nula.
Así, luego de participar con éxito durante este año en la Feria Internacional de Trípoli, en Libia, donde más de 60 Pyme de manera directa e indirecta cerraron negocios, Cancillería se propuso desembarcar, en 2007, en Siria y Pakistán.
Analizando de manera desagregada, el que mayor potencial registra es el mercado libio, a pesar de que los u$s57 millones exportados en 2005 representaron el 0,14% de los envíos totales realizados por el país y que ubicaron a este mercado como el destino número 62 para la Argentina.
En este contexto, Cancillería realizó, junto con la Cámara de Comercio Argentino Libia, un estudio donde se detectaron 465 productos donde las Pyme locales puede ser competitivas a raíz del programa de importación de 2.000 productos exentos de derechos aduaneros que lanzó el país africano.
Entre ellos están la construcción, el turismo, la seguridad y tecnología. Esto se debe al proceso de reconstrucción que encaró el Gobierno luego del fin del bloqueo económico.
En Siria también se desarrolla una tradicional feria internacional donde es casi un hecho la participación de una delegación argentina. Allí, Martino aseguró que "vamos a propiciar las oportunidades vinculadas con la industria petroquímica, donde contamos con mucha experiencia y donde la mayoría de las empresas que brindan servicios a esta industria son Pyme".
IncógnitasPakistán y Kazajstán aparecen como las incógnitas. "Son mercados tan nuevos para la Argentina que los viajes serán puramente exploratorios para ver cuáles son los sectores que mejor se adaptan", adelantó Martino.
El funcionario agregó que "son países que están en una situación muy preliminar para las exportaciones argentinas, pero vale la pena analizarlos porque sabemos que hay un crecimiento muy fuerte en bienes de consumo y alimentos y, sobre todo, hay un incremento en la actividad petrolera,donde no hay una competencia tan fuerte como en los países más tradicionales".
En Pakistán, por ejemplo, durante los últimos años el sector agrario creció a tasas superiores al 5% luego años de sufrir una profunda contracción. Esto, sumado a la mayor actividad industrial, fue determinante para que las importaciones de maquinarias mostraran incrementos de hasta el 35%, tal como sucedió en 2004.
En este sentido, la Argentina tiene un amplio abanico de posibilidades de la mano del tipo de cambio, si se tiene en cuenta que la mayoría de los bienes de capital llegan de Japón, Estados Unidos y Alemania, que junto a otros tres países acaparan la mitad de las importaciones pakistaníes.
Como contrapartida, la Argentina contribuye sólo con el 0,4% de las importaciones totales. Sin embargo, el nicho existe: durante todo 2005, la Argentina exportó maquinaria agrícola, artefactos mecánicos y aparatos eléctricos por más de u$s5 millones.
A esto también se suman los alimentos, que tienen un potencial insospechado y poco aprovechado: de los más de u$s120 millones que importa en té Pakistán, la Argentina contribuyó con apenas u$s100 mil.
Lo mismo sucede con Kazajstán, que compra en el exterior anualmente más de u$s25 millones en tabaco y donde la Argentina se lleva en total apenas u$s400 mil.
Sin embargo, resulta insospechado el valor que tienen los nichos en estos mercados. De hecho, entre los diez bienes más exportados por el país a ambos destinos figuran artículos como cuchillería, aparatos de óptica, productos farmacéuticos y yerba mate.
El desafío fue planteado. Según Kreckler, "continuaremos diversificando nuestra oferta exportable, en el tipo de empresas que llevamos y en los destinos que promovemos. También seguiremos federalizando el comercio exterior, con una participación récord por parte de las provincias. Pero sobre todo, y lo más importante, es que el año próximo habrá una apertura importante para las manufacturas industriales de sesgo Pyme, esto indica que hay mucho mercado por ganar".
Brasil, la cuenta pendienteMás allá del exotismo de los nuevos mercados que se potenciarán en 2007, el segundo gran objetivo que persigue Cancillería será cambiar las actuales reglas del juego que imperan en el comercio bilateral con Brasil, mediante la regionalización del mercado y la implementación, por primera vez en la historia, de un plan estratégico adaptado exclusivamente a ese mercado.
En este sentido, el plan contempla generar una serie de alianzas estratégicas con los más importantes importadores brasileños de cada uno de los estados, rompiendo con el eje logístico que impone San Pablo. Todas esas políticas redundarán en un consecuente abaratamiento de los costos para los productos argentinos.
Nota: fuente Infobae Profesional. Para infografía, hacer clicken el link: http://www.infobaeprofesional.com/interior/index.php?p=nota&idx=39020