7/10/06

Freno en Chile a las exportaciones de productos lácteos argentinos

El gobierno de Chile decidió aplicar salvaguardias contra la importación de productos lácteos desde la Argentina: se trata de un arancel adicional de 23%, que regirá por dos meses, hasta el 11 de diciembre. Luego de ese día, la Comisión de Distorsiones del país trasandino deberá decidir si deja caer esa penalización, o si la prolonga por un año.

La restricción arancelaria comprende a la importación de leche en polvo, leche fluida tipo larga duración y queso gouda. Las principales empresas afectadas son Sancor y, un poco atrás, sus competidoras Mastellone, Nestlé de Argentina y Williner-Ilolay. También serían afectados embarques de leche larga vida que la cadena Jumbo de Argentina viene realizando a su casa matriz de Chile.

La medida fue tomada por el reclamo de los tamberos de Chile, agrupados en Fedeleche. Según sus datos, entre enero y mayo de este año, las importaciones de leche y queso gouda desde Argentina aumentaron en 230% en relación al mismo período de 2005, y totalizaron 28,6 millones de dólares. Con esos datos, los tamberos chilenos argumentaron que el precio de la leche en la puerta de tranquera había caído abruptamente y que los productos argentinos son subsidiados en ítems como los precios internos de la soja, el maíz y la energía. Por todos esos ítems, acusaron a las usinas argentinas de "competencia desleal".

El gobierno de Michelle Bachelet les dio lugar, aunque en forma parcial. Los tamberos habían reclamado un arancel adicional de 31% y la Comisión de Distorsiones recomendó un arancel más atenuado. Pero les concedió la otra parte del reclamo, que era dos meses (octubre y noviembre) de salvaguardias "provisorias", hasta el 11 de diciembre. Ese es el plazo máximo para que la Comisión de Distorsiones resuelva en forma definitiva sobre el caso.

El Ministro de Agricultura de ese país, Alvaro Rojas, dijo que la decisión "es para fortalecer la competitividad de la industria lechera nacional". Pero descartó que tenga relación con los recortes en los envíos de gas argentino al otro lado de la Cordillera. "Los países pueden usar los instrumentos que les parezcan de utilidad", agregó.

Del lado argentino, hay un juego a dos puntas. Por un lado, la Cancillería, la Secretaría de Agricultura y las usinas lácteas ya tienen su descargo: ayer a las 17, un correo privado se llevó de las oficinas del Centro de la Industria Lechera (CIL), en el microcentro, una carpeta dirigida a la Comisión chilena.

El argumento central de esa presentación, que debía estar lista antes de este miércoles, es que no sólo no cayeron los precios para los tamberos chilenos, sino que hubo una explosión generalizada de todo ese mercado. "Si el conflicto no se soluciona en esta instancia (la Comisión), entonces recurriremos a la Organización Mundial de Comercio", aseguraron ayer en el CIL.

Pero desde una de las principales firmas exportadoras, aseguraron que la salvaguardia llegó tarde: las usinas argentinas ya habían tenido que frenar sus embarques. "Cuando empezó el año, los productores estimaron que iban a tener menos leche de la que finalmente hubo. De modo que hicieron grandes pedidos que duplicaron nuestras exportaciones en los primeros meses", explicó un directivo. "Cuando verificaron que las predicciones eran equivocadas, nos comenzaron a cancelar los contratos. Eso fue en julio, aún antes de que los tamberos chilenos hicieran la presentación ante el Gobierno", agregó el ejecutivo argentino.

Fuente Diario Clarín de la fecha.

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